De compras, nos sentimos amenazados repentinamente. La posibilidad de un no-trato-comercial-con-el-mundo nos aterra. La idea de salir sin comprar ensordece nuestro relato mental.
Pero hoy comprendí que es posible, luego de recorrer media góndola, comprendí que no era allí, ni en ese momento, me fui fingiendo acaso una leve indignación por precios excesivos que imaginé verdaderos, la indignación muy leve, como un buen actor: dudosa, quizá alguien apurado, cerré el trato y gané la vereda con la condición de comprar en otro lugar, en algún otro momento.
2 comentarios:
La foto de arriba dice muchas cosas, entre otras, da testimonio de la falta de carne en los supermercados en aquella época en que el gobierno estuvo en conflicto con el campo...
hola herma espero te llegue el comentario xq no se como se hace... bue igual era para decite¡que lindo¡ te quiero
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